
España pide más dinero a Google, y Google sube los precios
Robert
13 - feb - 2021
Si alguien tiene alguna duda de que la idea de introducir un impuesto digital, afectará no a Google o Facebook, sino a los medios de comunicación y a los pequeños inversores, es hora de deshacerse de estas dudas. Como de costumbre, los consumidores pagarán por ello.
En teoría, gravará bastante a Big Tech, que, como es el caso de Google, hasta en un 80% pagan el impuesto sobre la renta no en el lugar donde se prestan los servicios, sino en el país de residencia de la oficina central. En este caso, Estados Unidos. En el camino, sin embargo, el impuesto también se impuso a los medios de comunicación que se ganan la vida vendiendo espacios publicitarios.

Impuesto digital = más caro para los medios y anunciantes
El nuevo impuesto digital entró en vigor a principios de este año y se aplica a las empresas de internet, en el caso de España cuya facturación local supera adicionalmente los 3 millones de euros.
Google también está obligado a pagar el 3% del impuesto sobre la renta(impuesto) adicional. Y como podríamos esperar esta gigante empresa encontró rápidamente una forma de compensar el nuevo impuesto. A partir del 1 de mayo de 2021, Google aumentará el valor de la factura o extracto en un 2%, es decir, por el costo operativo legal.
Esto no es una sorpresa: se introdujo una tarifa idéntica en el Reino Unido, mientras que los anunciantes en Austria y Turquía pagan el 5% más mediante compensación fiscal digital.

Mayor gasto para los anunciantes = mayor precio para el consumidor
Subir el precio de la publicidad en un pequeño porcentaje puede parecer trivial, pero para las empresas cuya principal fuente de tráfico son los anuncios de Google, supone un coste colosal.
En Gran Bretaña, estos 2% se han estimado en unos 122 millones de libras. Amazon británica también dio un paso idéntico y aumentó las tasas de publicidad en un 2% Como puedes adivinar fácilmente, dado que los anunciantes tienen que pagar más por la publicidad, también tienen que compensar este costo en alguna parte. ¿Y dónde es más fácil recuperar el gasto de marketing, como aumentando el precio final del producto y transfiriendo el costo al consumidor? El círculo está cerrado.
Los gobiernos cobran impuestos a los gigantes digitales bajo el disfraz de "lucha por los derechos de autor" o "impuesto de solidaridad", mientras que de hecho se roba dinero al consumidor final y los medios / instituciones entre el recaudador de impuestos y Big Tech.

Google ofrece una alternativa
En un post del blog oficial de Google, explica la situación fiscal y anima a trabajar en una reforma fiscal internacional que permitiría a Big Tech cambiar la distribución de los impuestos pagados, trasladando más de ellos del país de residencia al país de servicio.
Todos están contentos: los presupuestos de los países individuales han agregado un impuesto mayor a los gigantes digitales y los gigantes digitales no tendrían que pagar el impuesto dos veces. Al menos esto es lo que Karan Bhatia, vicepresidente de Asuntos Gubernamentales y Políticas Públicas de Google, argumenta en su entrada, mientras castiga a los gobiernos por no estar dispuestos a cooperar:
En ausencia de un consenso multilateral, todos hemos sido testigos de un aumento de los impuestos a las empresas extranjeras en los últimos años.
El más visible es el aumento del número de casos de introducción de la denominada "Impuestos sobre servicios digitales", cuyo objetivo es recaudar ingresos de un pequeño grupo de empresas, estrictamente definidos sobre la base de umbrales de ingresos y modelos de negocio.
Este enfoque selectivo ha creado tensiones entre Estados Unidos y algunos de sus socios, empujando a los países hacia disputas comerciales que podrían dañar aún más las economías en situaciones precarias.
Algunos de los gobiernos que imponen estos impuestos dicen que los nuevos gravámenes ayudan a construir una plataforma para una reforma fiscal internacional más amplia. Sin embargo, estos impuestos a los servicios digitales complican los esfuerzos para llegar a un acuerdo equilibrado que beneficie a todos los países: son simplemente reclamos sobre ingresos que de otro modo serían gravados en los EE.

Es difícil no estar de acuerdo con Google en esta disputa. El problema de la tributación "injusta" de los gigantes se debe en gran medida al arcaico sistema tributario que no prevé una amplia actividad internacional de una entidad determinada.
Como resultado, cada una de estas entidades paga la mayor parte del impuesto en su país de residencia. Sin embargo, como bien señala Bhatia, se requiere una estrecha cooperación entre los gobiernos y hacer concesiones, porque al igual que, por ejemplo, Google y Amazon pagarían más impuestos en Europa y menos en Estados Unidos, las empresas europeas pagarían menos impuestos en Europa y más en los Estados Unidos. Y no todo el mundo quiere estar de acuerdo, por lo que mientras continúen las negociaciones, los países imponen temporalmente un segundo impuesto, que no solo no se adapta a las grandes empresas tecnológicas, sino que también se apropia de dinero de entidades más pequeñas, por ejemplo, de los medios de comunicación.
No hay duda de que es necesario regular los monopolios de las grandes tecnologías si no queremos estar de acuerdo con los dictados de prohibiciones y órdenes imperantes en ellos, sin la posibilidad de utilizar una alternativa real. Sin embargo, mirando quién es el más afectado después de introducir los impuestos digitales, esta no es la forma más feliz de luchar contra Google, Facebook o Amazon, sino con ... el usuario.
